viernes, 29 de enero de 2010

LA PRIMOGENITA

El 27 de Enero de 1980
mi madre me despertó en la mañanita,
era un momento esperado,
su primer nieto venia en camino
Así que con papá, nos fuimos a Maracaibo;
los nervios nos iban matando.
Fue una linda muchachita,
con la cara bien bonita.
A mamá la dejamos en el hospital Chiquinquirá,
Daniel y yo a casa de tía Luisa fuimos a dar,
estábamos muy contentos de estar en ese evento.
Tía me comentó “tienes tu primera sobrina”, yo solo sonreía.
Ese nacimiento no solo fue importante por eso,
es que hasta la fecha a mi no me gustaba para nada.
El nombre Amelia
Me parecía de mujer de las novelitas vaqueras
que leía mi abuela
o de vieja de novela, de película vieja;
cuando supe que ese era el nombre escogido,
comencé a amar el mío.
Que revolución familiar,
mamá estaba loca de felicidad;
La niña tenía todo un ajuar
Que a Margarita vinimos a comprar.
Fue súper fotografiada.
Sus ojos eran incandescentes, brillaban hasta noche
Parecían dos estrellitas, en la cara de tan linda muchachita;
yo me acercaba a su cuna la veía dormir.
Cuando llegaba a la casa, eso era una batalla campal,
todos la queríamos cargar.
A veces la dormía en mi pecho,
tenía una mala costumbre a la hora de dormir,
como una mecedora te tenías que batir.
Era una bebe muy especial
Desde pequeña dijo todo lo que nos iba a dar.
Muy pequeñita se acostumbró,
a las conversaciones de mayores;
si hablabas en clave,
más tarde le decía a su madre
“yo se de que estaban hablando”.
Una vez, Heidy al kínder la fue a buscar
y la maestra le comentó, esa es una niña sin igual
“Usted tiene ahí una líder potencial”.
Cuando llego su hermana Anya Mercedes,
se convirtió en su protectora.
Ella la defendía, de los regaños; como una leona.
Heredó muchos genes de sus abuelas,
la Sra. Esther era como una hormiguita,
siempre la veías haciendo cositas,
primero en su bodeguita
le daba tiempo para todo,
atendía a sus clientes,
la bodega siempre estaba llena de gente.
Ahí aprendió lo de vendedora
eso lo demostró en la escuela.
cuando mamá le compraba lápices bonitos,
en la……… se los vendía a los otros carajitos.
Hacia que le compraran las revistas del Grupo Menudo,
para luego vender los afiches de esos peludos,
desde ahí lleva lo de comerciante esta muchachita,
Si te descuidas te vende un juego de cucharitas.
De Ivelisse su Abi, aprendió a andar bien pulía,
le gusta vestirse a la moda,
la lectura, no le incomoda,
no resiste la tentación, de tener en sus manos, un catálogo;
de esos que venden cosas, Ebel, Toperware y Avon.
Es una mujer amistosa, carismática y cariñosa.
Estudiaba en el Colegio San Ignacio,
Perteneciente a Fe y Alegría.
A las monjas les organizó una huelga,
La sobrinita mía.
En las mañana se levantaba con una linda canción,
que su mamá le cantaba, con todo su amor.
“Arriba Juan, arriba Juan
Que ya es de mañanita.
¡Oh no mamá!, me duele la barriguita,
Arriba Juan, arriba, Juan
Vamos a la escuela,
¡Oh no mamá!, ¡oh no mamá!
Me duele la muela
Arriba Juan, arriba Juan
Abre un ojito
¡Oh no mamá!, ¡oh no mamá!
Lo tengo pegadito.
Despierta Juan, Despierta Juan
Que ya es de mañanita,
Abre el otro ojito,
Arriba Juan Arriba Juan
No seas tan flojito,
Arriba Juan, arriba Juan
Ya marchan los soldados
¡Oh si mamá!, ¡oh si mamá!
Ya estoy levantado.
Y mi muchachita
Se des per tooo”
Al terminar su tercer año,
paso al Santo Tomas de Aquino.
Nunca dio problemas, con la estudiadera,
lo de ella era la peleadera;
reclamaba sus derechos a los profesores
y directores se los batiacaba en el pecho.
Desde que comenzó el kínder
hasta finalizar la Universidad,
siempre fue delegada de curso,
no recuerdo bien si fue en primaria
o secundaria, que un día no fue a clases;
realizaron la elección, para elegir al chamo peleón.
Cuando esa muchacha se enteró de la noticia,
protestó e hizo repetir el proceso;
elecciones nuevas, tuvieron que hacer,
Ella no las iba a perder.
Delegada de curso quedó
Y al ganador anterior desplazó.
Llegaron sus quinces primaveras,
por supuesto, fue una fiesta de primera.
La vida le mostro el duelo,
con la muerte de su abuelo Abrahán,
al poco tiempo se marchó su Abi.
Amelia Esther la llamó así, cuando comenzó a hablar.
Luego todos sus nietos, igual la comenzaron
a llamar hasta la generación de relevo…………
El tiempo la fue convirtiendo en una gran mujer,
entre su belleza, dulzura y ataques de calentura,
era la organizadora de esa casa,
todo lo que tenías que buscar
a Amelia Esther, se lo debías preguntar.
Hizo cursos de peluquería, estudió modelaje,
fue candidata a Reina de la Feria de San Francisco,
se veía bella y elegante con ese vestido rojo,
a todos nos dejo viscos.
Llegó a la Universidad del Zulia,
Ingeniería Mecánica quería estudiar;
paralelo a esto, la política le comenzó a interesar,
siguiendo los pasos de su papá,
fue consejera universitaria,
le hicieron un afiche con su sonrisa tan linda,
con mucha frescura ganó esa elección;
ese día celebró comiendo patacón.
Tiene una combinación especial
de su papá y su mamá.
Una vez, se montó en el autobús de la Universidad
que a San Francisco iba a dar,
El perol estaba hasta los teque teque,
a la pobre muchacha le tocó parada.
Le dolían los juanetes,
le comenzó a dar una pálida;
menos mal, que cerca estaba un muchacho,
que recibió un baño de vomito;
como todo un caballero,
la ayudó, en ese trance tan bochornoso.
Ese es Oscar hoy su amado esposo,
así comenzó su noviazgo,
él le dijo a Levy “señor cuando me gradúe, hablo con usted”.
Así fuimos conociendo a Oscar,
que siempre la acompañaba, de regreso de la Universidad
Lo vimos en varias fiestas de intercambio,
Cumpleaños, bautizos; se fue ganando a la familia.
El tiempo pasó y el señor Albornoz
De ingeniero civil se graduó.
Cumplió su palabra,
Fue con sus padres a formalizar su compromiso,
llevaba un anillo, que gesto tan bonito;
fijaron la fecha, “en un año nos casamos”
Heidy, Anya y yo nos paralizamos,
es que esa muchachita, cuando se le mete una idea
en su cabecita, nadie se la quita.
Revisó 15.000 revistas que hablaban de bodas,
cada detalle de su matrimonio, iba organizando.
¡Ay Dios mío! era la boda de la primogénita,
mientras el tiempo trascurría, más detalles
a la fiesta esa mujer le iba agregando,
el pobre Levy, solo la frente fruncía
y el bolsillo le dolía.
Escogió sus bellos padrinos, Danice y Sergio;
que pareja tan jovencita.
Anya Mercedes su dama de honor,
todos sus primos y primas en el cortejo
¡Válgame Dios! un mollejero,
decidió hasta el sacerdote que la iba a casar,
ya en ese punto, mi hermana casi estaba loca de atar.
Recuerdo que alguien de la familia me comentó
“por que esa muchacha hizo su boda así,
creyendo que es una princesa”
Yo solo contesté, “para mamá sus nietas eran unas reinas”.
Que si las flores, la peluquería, el chef, el diseñador,
las compras, que corre corre, de esos días;
lo peor del caso es, que la muchacha los pasó
Nos seguía.
Raki con el decorador, corría con la camioneta llena
hasta de bambalinas y si acaso no cargo la comida.
Camino al altar de brazos de sus padres,
mientras en primera fila yo simplemente
contemplaba, como mi niña ya era toda una mujer.
Comenzando una vida de esposa,
me sentí súper orgullosa.
Recuerdo con mucha felicidad
que un día de mi cumpleaños
Dió la mejor noticia del año,
Estaba embarazada.
Heidy, Levy y Anya estaban en la Isla
Entre risas y abrazos celebramos,
Ese, su primer embarazo.
Viajó a China embarazada y por Paris dio una pasada.
Se fue sin cobres
y aunque les asombre, a todos nos trajo un detallito.
Por la fulana muralla caminó
frente a un gentío; ella habló,
invitaron a muchos estudiantes del país,
pero por Venezuela, fue la única que estuvo ahí.
Se le metió en la cabeza que para ese viaje
ella iba y no la detuvo ni la barriga.
Luego volvió a viajar,
esta vez, a Europa fue a dar;
Belgica y Suiza, recordar eso;
ilumina mi rostro con una sonrisa,
visitó el Parlamento Europeo,
desde ahí, nos paso mensajes muy emocionada;
¿Cómo no?, si ese lugar no lo pisa cualquiera,
Recibida por los embajadores de Venezuela
En ambos países, eso suena a envidia sana.
La piel se me pone de rana,
17 de Abril del 2006, Oscar Abrahán nació
Yo desde aquí estaba en un “pare de sufrir”
Llamé 25.000 veces
Hasta que, a la semana volé a conocer a el príncipe ese.
Un amor, toda una ternura,
su primer baño se lo dimos juntas,
con una súper bañera, que lleve de aquí,
hoy lo recuerdo y me hace sonreír.
Otro embarazo llegó rapidito,
Solo que este era, de alto riesgo;
mi niña estaba delicada,
a Dios yo le suplicaba que por favor no la abandonara.
A la Virgen del Valle le hice una promesa,
que ese muchacho antes de la fecha,
fuese a asomar la cabeza.
Pasó mucho tiempo en cama,
hasta para tomar merengada.
Su tesis de grado, había comenzado,
pero los males la estaban atacando,
Anya Mercedes la ayudaba.
Inventaron un método perfecto
para lavarle el cabello en su lecho,
que si hoy está sangrando ¡Dios mío! haz que del útero
Se agarre ese muchacho.
Pasamos por un momento doloroso
Papá se fue con mucha tranquilidad
a descansar seguro, en brazos de mamá
Ahí estaban Amelia y Oscar,
muchas veces, él se sentaba de chaperón
Cuidando los novios por si un pelón.
Llego el momento anhelado,
mientras la tesis, caminaba por otro lado.
Viktor Arron llegó, también un 17,
pero este; en el mes de Diciembre
del año 2007, ese pícaro; también nos robo el corazón.
No he visto nada tan especial, que la fiesta de cumpleaños
de sus hijos preparar.
Tiene habilidades manuales,
Todo lo hace, con bellos detalles
Hizo un curso de costura,
lo demás lo ha aprendido
por añadidura durante sus embarazos.
Es una ternura verla coser a mano,
cualquier detalle para su bebé,
es algo que no puedo expresar.
No existen palabras para describir,
lo que siento viéndola así;
es mejor si tú la ves.
Bueno lo mismo es, para sus cumpleaños
Ella comienza, dos meses antes
a cuidar cada detalle.
Es una fiesta de niño,
hasta los adultos, la disfrutan llenos de cariño.
Este año comenzó el Karma, de la entrega de tesis;
que si el tutor no lo conseguía,
que si se le perdió lo que le entregamos,
se la comió el perro,
Viktor mojó los papeles; con sopa de berro,
que el tutor la volvió a perder,
que se la llevamos en laptop,
los lentes, se los comió un ratón,
que el otro tutor la maltrata;
por ser rojita e hija de Alter, ¡que monguita!;
le hablaba con palabras humillantes,
pero no importa, Amelia Esther seguía adelante.
El día de la exposición,
le tapó la boca, a ese jetón.
Cuando dieron el veredicto, las lagrimas
casi se me salían, al ver la perseverancia
de esa que es, SOBRINA MIA.
Hizo un, no se que molleja;
Lo que entendí y me fascinó, que esa vaina
a la Universidad le quedó,
para que otros alumnos lo aprovechen
¿Cómo la ven ustedes?
El 17 de Abril de 2009, es el acto de graduación,
Ahí voy a estar.
Al terminar la exposición,
corrimos a su diseñador,
para mandar a hacer, un vestido para la ocasión;
hace una semana Heidy me llamó
“Negris, ¿ya sabes que vas a ser tía abuela otra vez?”
La voz casi no me salía, cuando le pregunté;
¿quién iba a ser la paria?
Amelia Esther, me dijo con voz de felicidad.
Esta si le hizo caso a Tía Luisa,
“los hijos los vas a tener, en edades de escalerita”.
Ella a veces me presenta como su tía Yna.
Dice “ella es como mi hermana mayor”,
menos mal, así menos edad aparento yo.
Para mí, sigue siendo mi niñita,
la amo como si fuera una hija;
he sido tía, amiga, hermana,
me siento muy orgullosa,
en su corta vida, ha hecho muchas cosas.
Dice que aún, tiene mucho por hacer
y ahora de ñapa, está en curso para ser Chef.


Porlamar 01 De Abril 2009

Yna Amelia Pino Blanco.
Ligando la hembra, sino los pelos me los arranco,
pero si es otro varón, la bendición le doy yo.

1 comentario:

  1. Tia linda su amor y su calor me provoca hacer todo lo que hago, te quiero cerca siempre.

    ResponderEliminar