viernes, 29 de enero de 2010

DALIBEN CIATRIPA

DALIBEN CIATRIPA

Hace 28 años, en la casa de Mamita,
se armó una algarabía.
Venia en camino una linda muchachita.
La vaina era un misterio, como locos todos salieron corriendo.
Tía Oly parecía una gallina piroca
y el Papá de la criatura se le puso más grande la boca.
Así fueron llegando
y nosotros los chamos, no sabíamos lo que estaba pasando;
que si una válvula, una enfermedad,
en mi cabeza no cabía tanta complejidad.
Todo era un pa’ allá y pa’ acá
y Mamita se puso a rezar.
¡Que mollejero!, mi Hermana ya había parido y Dinorah, también
y la cosa no fue tan compleja, pero esto parecía el parto de la moraleja.
El tiempo pasó y la mamá de la criatura, a la casa regresó,
¿pero qué es esto?... ¡que sacrilegio!. Nos han estafado, a la bebe la han secuestrado.
A Mene Grande regresé y por la bebé a Mamá le pregunté,
la respuesta fue un… un vainero y entre las tías había un chismorreo.
Los fines de semana a Maracaibo me trasladaba,
pero la bebé no estaba,
que vaina tan rara, en el Hospital la visitaban
y mis primas solamente elucubraban.
¡Ay Dios mío! Qué será que pasa,
La cara se nos ponía como de gafa.
Llegó el día sensacional a la bebé a la casa la iban a llevar,
un re bululú, no le toquen la cabeza,
era pelona, como un pichón de… no se qué molleja,
yo la quiero cargar gritaba Andreína,
a lo lejos se escuchaba Carolina
la cola era eterna…
los chamos no podíamos pelear para cargar esa tierna.
Se llama Belinda Patricia, que nombre tan bonito,
es una delicia, tiene la cara bonita y los ojos bellos,
pero, ¿qué es eso? Las patas son de camello.
Era muy linda, una cuchitura, la mama le daba tetero
y el papá de noche no dormía pensando
como el tan feo hizo ese bebe tan bello.
Llegó Héctor Ramón y habló de una operación;
la casa de Mamita, era muy bonita,
se hacían grandes colas para conocer a la princesita.
Otra vez al Hospital, que angustia teníamos que pasar,
los pies se los iban a reparar,
para cuando fuera grande, pudiese caminar.
Hoy digo, menos mal que le quedaron choretos,
Porque si los tuviese buenos nos manda pal’ hueco.
Entre operación y operación, la muchacha iba creciendo
y para comer era un tormento, huevo con huevo y huevo,
con razón amarilla se fue poniendo.
Así fue la menor de los Blanco, pero por otro bando,
los chamos siguieron abundando.
La criamos como a los demás,
sin ninguna preferencia y sabiendo jugar.
A Mene Grande iban a dar, pues ese era un paraíso de mi mamá.
La muchacha era un avión gateando,
si se la echaba al carro de Meteoro, yo salía ganando.
Un día estaba yo en mi cuarto
y un ruido del infarto me iba matando.
Los muchachos fabricaron una caja y metieron a la caraja,
el Ricky la halaba y Amelia la empujaba,
a Meche la metían también adentro,
eso era un relajo, un tormento.
¡Ay Dios mío! Si no la mató esa enfermedad, hasta aquí si va a llegar.
Un día mi linda madre llega del trabajo cansada,
Auxilio le da la cena y cerca de la muchachera se acuesta a relajar,
cuando de repente escucha la insólita conversación,
dice Aymee, “¡ay mañana volvemos pa’ allá!, me faltó broncearme la espalda”
y la Belinda “el traje de baño me queda así…”
y Ame “yo llevo lo de comer”.
De que hablan estos muchachos, se pregunta la inocente de mi mamá,
Que vaina va a ser, en el techo de mi casa tenían su playa montá.
Los adolescentes firmes, nos hizo parar,
Henry Gustavo y Daniel, ponga una trampa a esos muchachos
que al techo no vuelvan a dar,
sino me mata el cáncer, estos safios,
con el susto si lo van a lograr.
Los papás estaban divorciados, un año aquí, otro allá,
Eso hasta que la Patri, se pronunció “yo me quedo con papá”.
Llámenla tonta, ella sabía que con tía Oly el huevo y el plátano, nunca le iban a faltar.
Salió el sol, volvió la luna
y la niña cada vez era más linda,
ejercicios, aparatos,
le faltó hacerle una brujería con un plato.
Un día decidieron hacer lo lógico y recomendable,
buscar una andadera, para que se desplazara derecha
y no como un traste. ¡Que sabia decisión!,
cuando esa muchacha vió ese monumento dijo:
por aquí me voy yo caminando y riendo de contenta;
¡que alegría, que felicidad, el milagro se nos dio, no fue casualidad!.
Tía Raquel siempre tan bella y juiciosa,
le compró una moto toda poderosa,
¡verga!, era para Belinda, a nosotros la baba se nos salía,
la muchacha le dio tres vueltas, la perola se apagó,
yo no fui dijo Danice, yo tampoco gritó Rosalba,
se esperoló esa jaiba.
Total la bicha terminó siendo parte de la decoración,
de esa casa tan bonita, pero alocada.
Sufrimos nuestra primera perdida, que terrible, la bella y dulce Mamita, partió al cielo dejando en todos un gran desconsuelo,
hoy todos la tenemos en el corazón e igualito funcionamos juntos como una tribu de puros Zánganos.
La Patri, como cariñosamente la llamamos, era un gran vacilón.
¡Dios!, pero si te toca dormir con ella,
había que prepararse pa’ pelear con las piernas de ella.
Tía Oly, médico juiciosa, alquila la primera silla de ruedas,
Yo creo que se equivocó
y lo que trajo fue un carro chocón.
En la Pomona, era ya famosa escuchar la silla,
con la flaca Anya en las piernas,
Mireya guindada de una rueda,
y Amelia y Ricky, la rodaban por la carretera,
hasta los vecinitos querían la colita,
¿y quién no? Si se veía toda risueña, tan bonita, gozando un mollejero.
Mamá pagó una silla, Tía Oly otra y a la final, Tía Raquel completo el pastel, nose cuantas rompieron,
pero era mejor que Tío Gringo
le fabricara una con material de camión de acero.
Si por comprar pañales dan un premio,
díganme, esa misma soy,
esos cobres los busco yo.
Que si la hemoglobina, que si cálculos en un riñón,
a esa si le han hecho vainas,
pienso y se me arruga la panza.
Salió del Bachillerato, llegó a la Universidad
y que a estudiar contabilidad.
Sin aviso y sin protesto, se cambió de carrera
y los dejó boqui abiertos.
Repito, menos mal que tiene los pies choretos,
Porque sino ya unos cuantos estuviésemos en el hueco.
Hago un paréntesis por error de la memoria mía,
pero es que me inspiró la prima mía.
Llegó el segundo mamonazo
Esta vez, los Pino Blanco, sufrimos el trancazo
Murió mi madre querida, Mana, Ivita, Ive, Tía Ive o Abi, como la llamaban los de esa generación.
¡Perro! Que dolor, eso no tiene comparación
y ahí estaba esa carajita, acompañando a mis sobrinas
que lloraban por su abuelita.
Continúo con la prosa mía, porque la conozco,
debe estar llorando como gata paría.
Lo que vos queráis saber, llamá a Belinda;
que si ella no lo sabe,
esa vaina no llego a suceder,
si ella no se sabe el cuento,
te echa un entuerto y si estabas confundido,
ella te deja con ese gallo muerto.
Todas fuimos novias del mono,
menos mal, que terminó con ese coño,
que cosa tan fea, parece un aborto de iguana
y él cree que está como le da la gana.
A la Isla vino a visitarme unos días; Meche, ella y yo, nos fuimos pa’ la playa varios días,
me siento muy feliz y dichosa al recordar su sonrisa, cuando nos arrastraban las olas,
que cosa tan emocionante, me la guindé en la espalda y nos metimos en una playa con olas cacherosas,
menos mal que Tía Oly, no me vió,
porque si no dejo de ser su única heredera,
ni de vaina, los cobres son mios
y las deudas pa’ la Patri, ¡que dichosa!.
En Maracaibo, no come pescado y aquí desayuno, almuerzo y cena trancao,
Cuando escuché la razón dije: ¡Al mamón!, a esa se le fundió la pensadora,
“el de aquí, no huele”, ¿será que cree que lo meten en lavadora?.
Total, ya Beli es toda una mujer,
quién lo iba a decir, quien lo va a creer,
quién más, el amor de una familia que la vió crecer.
Dios nos envía otra prueba, el dueño de mi lunar
Con Mamita y Mamá, se tenía que marchar,
Nuestro amado Tío Gringo,
Al cielo las fue a cuidar.
Patri sufrió mucho y al dolor de mis primas Blanco Morales,
se unió el de mis tíos y tías, que otro hermano dejaba este mundo terrenal,
yo que sabía que eso es como algo sideral, ahora tenemos 3 en el corazón y desde el cielo, esos nos ven juntos y gozan un bolón.
Blanco B., Belinda P. así la llamaron el día de su graduación, esa es prima mía, gritaba yo desde aquí,
que vaina, no pude ir, cuanto sufrí.
Hubo brindis, fiesta, pero como en la familia mía
todos son locos, eso no fue nada más así.
Hubo tira y encoge, que si aquí, que si es allá,
igualito ella tenía sus botellas para su pea gozar.
A estas alturas la Mielovaina, no la se pronunciar,
pero lo que si les puedo decir, es que estoy súper orgullosa de mi prima,
que es un ejemplo a seguir.
Con esta me despido de mi primita preciosa,
que me enseño dos palabras, que nos han hecho famosas: Megatrónico y trimalparición y si no las entendéis, de maracucho vos no sabéis.

YNA AMELIA PINO BLANCO,
si te descuidas, los pies te los arranco

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