viernes, 29 de enero de 2010

SOY BI POLAR







Gracias a Dios, la Virgen del Valle,
Mis ángeles celestiales, mis ángeles
Que murieron, a mis ángeles terrenales,
Entre los que esta usted Dra. Silvia Alpino


¿BI… POLAR?

Ayer fui al psiquiatra, fue una visita,
serena, amena y grata;
al final de la evaluación,
concluyó; que por ahora, tengo ajustado el tapón.
Recuerdo la primera vez,
que me senté enfrente de una Dra.
Entré y me presenté
al minuto comencé
a llorar y ella a preguntar.
Tenía 3 semanas sin comer,
más de un mes, encerrada en mí cuarto,
ya el insomnio me tenía,
los ojos más feos que un lagarto.
¡Que vaina tan espantosa!,
eso de estar sin dormir
y ni hablar de las mariposas
que en mi estómago siempre venían a vivir,
yo creo que ellas decían,
vamos a emigrar pa’ que una amiga mia,
ahí hacían las tres comidas
y yo cada vez más esperrujia.
Recuerdo, que desde niña era mal humorada,
aunque a veces me podían agarrar tan dulce
como un casco de guayaba.
Me encerraba en el closet de mi cuarto
y no quería escuchar, ni el sonido del viento
me encantaba era, el del silencio.
En esa primera consulta,
me diagnosticaron, una depresión severa
y comencé a tomar un viaje de pastillas,
eso es una maravilla, entraban como teimineitor
a matar todos mis males y mis pesadillas.
Comencé mi trabajo Psicoterapéutico
y del fondo de mi cerebro,
el subconsciente a traer las cosas a mi presente.
Varias veces me moleste con esa Señora,
Pero eso de sacar las vainas,
es más peluo que pelar, 100 kilos de conchas de jaiba.
Una vez, salí tan molesta,
que casi arranco la puerta.
Esa Doctora yo la recuerdo,
como una pared sin sentimientos,
pero de verdad, le guardo afecto,
ella me ayudo bastante,
se vestía toda elegante,
se guindaba en el cuello, un poco de regorgallas
con tantas pulseras, que parecía una quincalla.
algo que no le puedo quitar,
que es toda una profesional.
Mejoré mucho gracias a Dios,
a mi trabajo y el de ella,
pero eso no podía evitar
que a veces mi cerebro entrara
a un mundo de estrellas.
Así llego mi primera crisis,
que vaina tan horrible,
vos sentís un no se que,
que se yo, una intranquilidad,
un desconsuelo, dirían mis abuelos.
Salí corriendo pal consultorio
ya tenía una semana bailando en ese embrollo
y le dije: “me quiero morir, pero no voy a hacer nada, para que eso suceda”.
Pensar que la primera vez que tuve ese deseo
Aún no tenía los dientes de hueso.
Decidimos hospitalizarme
y así del mundo olvidarme,
autoricé la visita de mis sobrinas,
de Lore y Liz,
no quería ver a nadie más,
la gente me hacia picar la nariz.
En ese hotel de lujo, pasé 10 días,
en los que solo comía y dormía,
¡arrr pelo! cuando llego la cuenta,
la chequera de mis hermanos, casi se revienta.
Un día agarré el mapa de Venezuela
y lo extendí con Liz sobre la cama,
por supuesto, del Zulia quería emigrar,
primero pensé en Mérida,
pero a mi el frío, me puede engarrotar,
entonces a lo lejos vi la Isla de Margarita
y ya la decisión estaba lista.
se lo comunique a mis hermanos
y al principio no me creían,
pero fueron transcurriendo los días
yo tranquilita preparaba la partida,
para dejar el pelero,
de esa vida que era un verguero.
Llego el día determinado,
montamos los peroles en el carro
y Kay mi perro amado.
Mar y tierra de por medio,
ese era el santo remedio.
Aquí comencé un crecimiento;
no fue fácil, pero no me lamento,
fueron momentos maravillosos,
aunque confieso algunas veces,
pensé que era escabroso.
Aquí estoy luchando,
para día a día, poder disfrutarlo.
Aquí ubiqué otra Psiquiatra,
la busque en esas revistitas,
que regalan en las farmacias.
Esta también usa muchas pulseras,
solo que son de hilito
y las de la otra eran de un material amarillito.
Silvia, es una Dra. normal
Tremenda profesional,
a veces la hago reír bastante,
le estoy dando un curso de maracucho,
con palabras importantes.
En la segunda cita me dijo un diagnostico:
“ERES BIPOLAR”
Yo pensé polar,
¿cerveza?, ¿Oso?, ¿Polo norte o sur?
¡A la molleja!...
Cuando me explicó,
regresé a mi casa callada,
traía en mi cuerpo,
cien kilos de información, no procesada.
Trastorno bipolar,
un padecimiento mental complejo,
¡que monguita!,
tantos en el mundo, para experimentar eso,
¿será que tengo cara de conejo?
Es también llamada, la enfermedad del estado de ánimo
ya entiendo porque papá decía,
que a veces amanecía,
más brava que tigra recién paria
y con la cara fruncía.
¿Vos sabéis que es complicado?,
que te digan,
que tenéis una cosa en la cabeza
y que para colmo, es genética.
Entonces yo pensé;
serán mis tíos, abuelos, bisabuelos,
¿será que hay en mi familia, jodios como yo?
y están escondidos, ¿o no los han diagnosticado?.
¡Mollejeición! que preocupación,
mejor que sea por la rama de los Pinos,
que esos no los conozco,
porque si es de los Blancos,
los pelos me los arranco.
Ya es suficiente herencia con la diabetes
y la hipertención,
para también tener esta lotería,
no me jorobes el alma mia.
Comencé una pelea normal con Dios,
con mi madre y los adultos,
que se supone que desde niña, tenían que cuidarme
Gracias a Dios, ese pleito ya pasó
y tranquila me siento hoy.
¿Qué, cuáles son los síntomas?
Ve, yo te los voy a explicar,
pero el oído tenéis que afinar
A los bipolares,
les ocurre una disrregulación,
en los neurotransmisores,
que son unas vainitas chiquiiitas,
sintetizadas por las neuronas;
ya va, no pongáis la cara, como una comadrona
Esa cosa, tiene que ver con la sinapsis,
que forman uniones,
que hacen que las células del sistema nervioso,
se envíen señales unas a otras.
Los Bipolares,
tenemos ese cablerio desbalanceado, es decir,
los neuroquímicos no están ajustados.
Entre el “área central del cerebro y su lóbulo frontal”, en esa zona se producen los neurotransmisores
o muucho o poooco.
Esos fulanos son la serotonina, adrenalina,
dopamina, aceticolina y la norepirefina.
Gracias a San Francisco, existe Internet e investigué
eso en lo maravilloso que es, la red.
Los individuos escogidos,
para padecer esta vaina tan compleja
son clasificados según sus síntomas,
segurito con tanta ciencia estáis confundio,
no te preocupéis, yo te lo explico en criollo
y se te quita de la cabeza, ese rollo.
no te vas enloquecer, ve que se, que tengo que hacer,
te abro la boca y te meto una pepa
y quedas más fino, que una buena arepa.
Yo soy tipo 2 ¿cómo la veis vos?
Me deprimo, caigo en la cama tendía,
no como, pero duermo más que una pereza,
si se me parte una uña,
me pongo a llorar
y con la gente no quiero hablar.
Esto quiere decir,
que mi cerebro produce pocos neurotransmisores,
por eso señoras y señores, pastillas tengo que tomar yo,
hasta el día, que me llame el señor Dios.
¿Ansiedad? Esa vaina le da a todo el mundo,
pero esos ataques, es mejor que le dé a los vagamundos
Te entran en el cuerpo unas hormigas
y las mariposas llegan a la barriga,
puedes comer mucho o nada
y andar caminando hasta por el techo, como las arañas.
¿Angustia? Rapidito te lo explico,
porque esa vaina si me da sustico
padezco de eso a cada ratico.
Comienzas a sentir una cosa por el espinazo,
una corriente que de un solo trancazo
cubre todo tu regazo,
las orejas se te ponen calientes,
pareces la comiquita del monstruo Milton,
solo que son las tuyas,
que las sientes como un chicharroncito.
Te da de todo en el cuerpo,
es un solo vainero
hasta parece que te duele un uñero.
Si ya tenéis experiencia,
entonces, aplicas la ciencia
Respiras profundo por la nariz,
que lo sienta hasta tu lombriz,
botas el aire por la boca,
mientras sientes que la cara, se te trastoca.
¿Pánico? ¡Ay madre mía querida!,
eso nada más, se lo había escuchado a una prima
y una amiga.
Cuando a ellas les dió,
me contaron que, se iban a morir del corazón.
Ahora eso es una cosa tan extraña, rara,
loca, que se me abre la boca.
Pa’ colmo escoge el horario,
cuál va a ser, el más estrafalario ¡La noche!
Ese pánico condenado,
a mi nunca me había dado
hasta que llego a finales del el año pasado.
En mi cabeza tenía muchos problemas
el duelo de mi padre y algunos dilemas
de repente, comencé a sentir,
todo lo anteriormente descrito,
con un poco más de aliñito,
¡Santísimo Sacramento del Altar!,
el susto me iba a matar,
me tire en la cama a llorar
y la ciencia a aplicar.
Eso te borra el C. P. U.
quedas con la cabeza, como una avestruz.
Esa noche, tuve una visión suicida,
lanzándome de un edificio,
volando pa’ allá abajo,
no veía donde caía.
¡La pinga!, eso si me asustó,
al otro día, enfrente de mi psiquiatra estaba yo.
Cuando le conté,
todos los síntomas, de la noche aterradora,
parecía la llorona.
María Magdalena se quedó pendeja, delante de mí,
que tenía los ojos, con la regadera abierta.
Me dió su conclusión,
el bendito pánico, era lo que tenía yo.
Pa’ que vos sepáis,
me dió tres pastillas mega trónicas,
eso en el cuerpo es, como la bomba atómica.
me dijo: “tomate una hoy, vas a dormir y comer, no me dejes sin saber de ti, que a que aquello que tu tanto le temes, yo también, temo que suceda”
Nunca voy a olvidar,
esa comunicación visual,
un detalle muy maravilloso de mi psiquiatra actual.
cuando me tomé la primera mega trónica,
una vecina me vino a buscar,
para que su lavadora,
entre las dos la cambiáramos de lugar.
Yo solo pensaba,
me va a hacer efecto la pepa.
Cuando venía de regreso, a mi apartamento,
parecía una borracha, ¡que entuerto!
la puerta no la podía abrir,
casi me hace parir.
Gateando llegue a la cama,
con ropa y zapatos me desperté en la mañana.
De esa vaina, en tres días me recuperé,
el pánico me costó varios meses, pero ya lo superé.
Cuando uno habla esto, los viejos dicen;
que uno sufre de los nervios.
La familia le teme a este tema
y yo que no hablo, tronco de dilema.
Entoces es como un tema tabú
si te preguntan ¿Qué tiene tu hermana?
Imaginas la repuesta ; ella es maniaco depresiva
Al otro, le da dolor de barriga.
Suelen preguntarme ¿Por qué te tiemblas las manos?
Lo primero que se me ocurre es decir, que no son de humano
Pero luego reflexiono y respondo es medicamentoso
El otro pone, cara de oso.
Si tu estás cerca de una persona que se siente mal
Hay algo que te debo recomendar, no le digas
“pon de tu parte” por que segurito se arma un vainero
Eso arrecha; porque uno lo que puede hacer es,
Aplicar la ciencia.
De niño, las personas tienden
a naturalizar nuestros actos,
sueles escuchar; ella o él es así, tiene mal carácter,
es un mala sangre, le gusta jugar solo,
mi niño es irritable, no le gusta comer
y casi me pega ayer.
No es solo que puede ser bipolar,
es que una especie de autismo;
cuando somos niños, nos suele dar.
Ahora bien, no todo en la bipolaridad es malo,
Todas las noches a mi enfermedad,
le doy un lado de mi cama
y siempre le digo:
“vamos a ver, como amanecemos mañana”.
Lo bueno de estar bien diagnosticado,
es que tu sabes, que si te da un mal,
eso va a pasar.
Los Bipolares, necesitamos medicación y Psicoterapia,
¡claro! Hay otras cosas que también ayudan,
el ejercicio físico por ejemplo,
es un buen complemento.
Hace días, vi en la televisión;
una gran confesión,
la actriz Linda Hamilton, en una gran reunión dijo;
que era Bipolar, que abandonó la psicoterapia
y se obsesionó por el ejercicio;
pasaba 6 horas dándole, ¡perro! que sacrificio,
cuando la volvieron a ver, en una película,
los críticos de las revistas saltaron a juzgar su físico
¡claro! La mujer se puso como un monumento
pero ninguno vio la procesión que tenía por dentro
Cuando vio que no mejoraba,
regresó al consultorio ,
tomar sus pastillas y salió de ese brollo.
Kin Basinger la catira altota,
esa también es Bipolar, una vez la paralizó
Tanto el pánico que de su casa,
por varios meses, no salió.
En mi caso, he descubierto muchas cosas,
que puedo lograr y hasta con mi mente
y la de otros, soy capaz de jugar.
Digo con gran orgullo,
que lo más maravilloso
que me ha podido pasar,
es que a mucha gente, he logrado ayudar.
Mi espíritu altruista, se ha podido explotar
Y mis humores, los puedo controlar
Las personas vienen a mí,
como abejas al panal,
lo que hago es escuchar; le ofrezco mi mano,
mi hombro y mis pocos conocimientos
en consejos, tan anhelados
y hasta ahora, ninguno me ha fallado.
Existen a mí alrededor tantas personas,
que necesitan tan solo un gesto,
una muestra de afecto,
la mayor satisfacción, es verlos mejor;
eso alegra mi corazón.
En lo social le di apertura a las relaciones
auténticas de una o más personas,
nada de hipocresías patéticas.
He salido adelante, con escasa ayuda
A veces insuficiente,
con mi enfermedad batallo gallardamente;
aunque esa condenada, me sorprenda de repente.
Pensar que por muchos años viví,
debajo de una máscara.
La palabra persona, del latín “personam”,
máscara, una derivación de “per sonare”,
persona, es algo que heredamos de los griegos,
ellos utilizaban esa palabra,
para el actor, que estaba detrás de las máscaras,
que representaba un personaje,
en sus obras de teatro.
Esa máscara pica mucho
Que feliz me siento hoy
Por ser quien auténticamente soy,
actuar auténticamente como actúo,
sentir auténticamente lo que siento,
correr los riesgos que auténticamente quiera correr,
hacerme responsable de todo eso
y, por supuesto, salir a buscar,
lo que yo auténticamente; crea que necesito,
sin esperar, que los otros se ocupen de esto”.
Eso está en un libro de Jorge Bucay,
de la colección hojas de ruta,
en el libro: “El camino a la autodependencia.
Si vos sentís, que algo en tu interior no esta normal
No sientas miedo, busca ayuda profesional.
Mijito lindo, no te estoy diciendo que necesariamente
eres Bipolar, pero hay muchos problemas que afectan
nuestra salud mental.
Desde hace mucho tiempo tengo un pensamiento
muy lindo, me lo regalo el mar un día domingo
A el acudí a lavar mi mente, cuerpo, familia, espíritu, amores y dejar allí, todos mis sin sabores.
Me entiendo, acepto y me amo
Primero mi salud mental y luego mi salud física
mi amor por mi familia y el prójimo
debo estar bien, para extenderles mi mano.
Para concluir te digo, si sientes que tienes un cable pelao
u observas que alguien que conoces esta un poco soyao
Entra un poco en su vida y con delicadeza invítalo
A reflexionar a que visite un profesional, para que lo puedan ayudar.

Yna Amelia Pino Blanco
Soy Bipolar, a veces los pelos me los arranco.

Porlamar 04 de Noviembre del 2008

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